En una pequeña tribu de Estados Unidos, hace mucho tiempo, un viejo Cherokee estaba con su nieto y decidió darle una lección sobre la vida y las personas.
El abuelo le explicó que, a lo largo de la vida, en el interior de las personas se produce una batalla entre dos feroces lobos.
– ¿Dos lobos?– preguntó el nieto sin entender muy bien a qué se refería su abuelo.
-Así es, dos lobos.– añadió el abuelo. – Uno es malvado, lleno de ira, celos, envidia, avaricia, culpa. Lleno de tristeza, resentimiento, rencor, mentiras y orgullo.
El nieto, asintió con la cabeza y le preguntó a su abuelo cuál era el otro lobo.
-El otro es un lobo bueno. Lleno de paz, amor, alegría, humildad, bondad, empatía. Es un lobo generoso, lleno de compasión y felicidad.
–¿Y qué lobo gana?– preguntó el nieto lleno de curiosidad.
A lo que el viejo Cherokee contestó: «Siempre ganará el lobo que tú alimentes».
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’